LOSER
Caídas, contradicciones, choques y canciones. Mantras motivacionales, metros de fracaso acumulados, miembros de la familia sentenciando el que podría haber sido. Mis yos viviendo en comunidad, todas queriendo subsistir, matando al prójimo si es necesario. Comienzo a crear Loser, una pieza con pocas perspectivas de éxito y ninguna ambición. Considero que una de las mierdas vitales que nos unen es la experiencia del fracaso, mierda unificadora e inclusiva. Ambición, perspectivas y potencial colisionando con la realidad. Autosabotearme es mi mecanismo de defensa preferido para sobrevivir a las expectativas propias y ajenas. Mi resistencia a rendirme a la parálisis moviliza una serie de estrategias generadoras de material a explorar.
La práctica física de la caída como forma de confrontar la definición de éxito establecida por el sistema, afincada sobre la verticalidad de la religión, la economía, la política, ... de nuestro pasado y nuestro contexto actual. Obligadas a encontrar el equilibrio en la inestabilidad, incorporamos los funcionamientos de este sistema de tal manera que acabamos por equiparar el valor de los éxitos conseguidos con nuestra identidad y valor personal. Yo insisto que ser debe ser suficiente. Buscar la fertilidad en el fallo, ¿si algo funciona, por qué dejarlo igual? Construir entre el miedo, la paciencia y el humor otras formas de mirarme, definirme y relacionarnos. Hacer de la definición de éxito un espacio menos astringente. Y todo sin recurrir al discurso de un fracaso motivacional sustentado en toda clase de privilegios.
Trabajo con el cuerpo como lugar donde se entregan todas estas contradicciones. Un cuerpo que tiene deseos de estrellarse y miedo del mismo. Un cuerpo que quiero alejar del movimiento artificial, sin saber definir exactamente qué significa eso.
